La herencia de Jerusalén (Josep Capsir)

Hugo no sabe hasta qué punto su tesis va a marcar un antes y un después en su vida. Malluck, doctor que dirige su tesis, decide consultar la bibliografía movido por el desconocimiento de uno de los libros empleados y sin autor ninguno. Juntos se verán envueltos en la investigación de un ''incunable'' desconocido hasta la fecha para el doctor que a su vez pedirá ayuda a su compañero Lucio, un gran estudioso de las ''lenguas muertas'' y filólogo reconocido. Los tres empiezan a descifrar el incunable ajenos a las aventuras y peligros que éste los pondrá en su camino. Una serie de viajes en busca de los tesoros perdidos del Templo de Salomón y de la mismísima Vera Cruz los llevarán nada menos que cambiar de país para su búsqueda. ¿Será tan fácil descubrir la verdad sobre Cristo como ellos creían al principio?
Prácticamente he terminado de leer este libro en dos días y próximamente espero leer la segunda parte titulada ''La morada de Yahveh''. Lo que más me sorprendió fue la rapidez con la que se desarrolla la acción desde las primeras páginas. Malluck tiene un carácter un tanto gruñón pero a la vez es el que lleva la voz cantante y casi sin querer te invoca a que formes parte de ese descubrir y analizar las rutas y el significado del incunable. En muchas partes me ha recordado a mis clases de Arte Cristiano Medieval. Es como si volviera a recordar lo ya estudiado en primero de carrera. Así que cualquiera que esté estudiando esa asignatura leeros este libro porque vais a hacer un recorrido por los primeros años del cristianismo y a la vez vais a disfrutar del mismo. Os vais a empapar de sus dibujos porque otra de las cosas que más me llamaron la atención fue que en algunas páginas encuentras dibujos o símbolos para resolver la duda del lector y hacer más cercana su lectura. Muy honesto por parte del autor. Es notable la cantidad de obras que ha tenido que consultar primero para redactar este libro de tal calibre donde historia, arte y hermandades secretas quedan unidas con un único objetivo común: proteger la Verdad que cambiaría los cimientos del cristianismo.