Dos gatos y el misterio del mercado de la Cebada (C.R Martínez).

Consuelo es la típica mujer de barrio que le queda poco tiempo para jubilarse y dejar de lado su pollería del Mercado de la Cebada, la cual mantiene a duras penas por la crisis. Una mañana se encuentra una cara en el suelo que la observa. Es como la historia de las caras de Bélmez (Jaén). Tarotistas, gatos y un largo descubrir le espera a Consuelo. La despierta de su monotonía de la pollería para introducirse en plena búsqueda detectivesca y averiguar el por qué de esa cara en el suelo, su significado y lo más importante ¿quién es? Daremos una vuelta por el Madrid desconocido para muchos como Consuelo, alejados de lo paranormal y lo artístico (y ya entenderéis esto último). Siempre con un toque irónico que se mantendrá hasta el final que da un giro sorprendente. No tengo palabras para explicar el final pero sólo puedo decir que este libro me ha encantado en todos los sentidos.

Barcelona, 1912: La sangre de las malditas (Raúl Montilla).

En la época de la España negra, pero que muy negra, en Barcelona se suceden una serie de episodios un tanto paranormales. En sus calles viven brujas y seres vampíricos, anarquistas muy mal mirados (peor de lo que se miran hoy), el ejército, además de las múltiples prostitutas que abundan en la ciudad. Comienzan a desaparecer niños y aparecen prostitutas muertas. Básicamente son los más desfavorecidos y vulnerables. Pero ¿quién se lleva a los niños y por qué hay tantas muertes? ¿Es la Barcelona de principios del s. XX una ciudad maldita o hay más cordura de lo que nos hacen ver? Adéntrate en sus calles y lo comprobarás pero ten cuidado con sus burdeles y callejones, igual no encuentras la salida que deseas.

La nota discordante (Claudio Ruggeri).

Un conocido pianista es asesinado en su propio domicilio donde impartía las clases a sus alumnos. Vincent Germano, el conocido comisario de las obras de este autor, tendrá que desplazarse nada menos que hasta Alemania para seguir la pista del posible asesino y descartar sospechosos y sospechosas, porque este pianista tenía un claro número de seguidoras. Sin embargo, no será una tarea fácil para el comisario ya que el pianista era un personaje un tanto peculiar. Secretos, pasiones, amor, celos…Todo esto y mucho más se reúne en esta pequeña obra.

La sombra del sabueso (Claudio Ruggeri).

De nuevo el comisario Vincent Germano se ve envuelto en otro asesinato. Esta vez se trata del cadáver de una mujer que ha sido encontrado en el bosque con signos que incitan a pensar que se trata de un ritual satánico. Pero este modus operandi no le convence del todo al comisario y decide llevar una investigación paralela que dará en el clavo.

Horóscopo (Claudio Ruggeri).

El comisario Vincet Germano tendrá que investigar una serie de asesinatos que a simple vista no tienen ninguna relación entre sí. Finalmente se irá desvelando que el culpable es alguien especialmente inteligente que va ligando a sus víctimas con los signos del zodiaco.

Novela policiaca y thriller. Me ha llegado a recordar a la película Zodyac (la aconsejo también). Claudio Ruggeri siempre mantiene el misterio hasta el final y casi siempre da un giro inesperado a toda la trama.

El retrato de Mary Rose (Juan de Haro).

Ashley es la hija de todo padre separado que quiere recuperar a sus padres uniéndolos de nuevo. Decide ir con su madre a la casa del lago, donde vive su padre, antes de empezar las clases. Pero lo que parecía unas mini vacaciones y una terapia de unión familiar se convertirá en una pesadilla para la familia. La joven queda hipnotizada por un cuadro nuevo en la casa, el retrato de una joven dama que sostiene un libro en sus manos. Su obsesión por este cuadro la lleva a indagar sobre su autor y el personaje retratado. El extraño comportamiento de su padre, frío y distante, la hacen investigar sobre la vida de Mary Rose. En la pequeña ciudad, de manera paralela, se suceden una serie de extraños acontecimientos que tienen atemorizados a la mitad de la población. ¿Quién es Mary Rose y qué clase de libro sostiene en sus manos en el momento que fue retratada? ¿Qué está ocurriendo en la pequeña ciudad? 

Nota de suicidio (Sirkka Ports).

Victoria acaba de cumplir 16 años pero no espera tarta ni regalos. El mismo día de su cumpleaños decide suicidarse. ¿Y qué le lleva a una adolescente suicidarse cuando está en la flor de la vida? Victoria no aguanta más abusos pero lo que no sabe es que aún después de la muerte tendrá que pagar un alto precio y resolver lo que no pudo terminar en vida. Tendrá que aprender a dar un final a su pasado si quiere descansar en paz para siempre… ¿Para siempre? O eso dicen.

Una historia que perfectamente se podría basar en hechos reales. De hecho, hace poco ha sido noticia algo parecido en los medios de comunicación. Relato corto cargado de terror y tensión hasta la última línea.

BOBO ¿Se puede justificar un asesinato? (Antonio Lagares).

Bobo está en la cárcel esperando su indulto, indulto que no llega desde hace 8 años. El mismo día que se va a cometer el trágico desenlace un periodista es mandado para entrevistarle pero Bobo se decide a contar sus memorias, su infancia y su adolescencia que tanto le han marcado. La figura de su hermano y la de su perro serán fundamentales y están presentes en todo el libro. Se trata de la historia conmovedora de un asesino. Y reconozco que es el segundo libro que me hace llorar pero ni con la muerte de Dumbledore había llorado de esta manera. ¿De verdad se puede justificar un asesinato? Juzgad vosotros mismos, yo ya lo hice. Ahora es vuestro turno. No digo más porque la vida de Bobo y su personalidad me han dejado sin palabras.

Capaz de matar (Beatriz Machado).

Dalia vuelve a su pueblo para ayudar a su amigo de la infancia, Carlos, que ha sido enviado a la cárcel por cometer un crimen. Le cuesta creer este hecho ya que lo conoce desde la niñez y sabe perfectamente cómo es Carlos. Sin embargo, su amigo está aturdido y es incapaz de detallarle más sobre lo que ocurrió. No recuerda nada de lo sucedido. Es por ello que se decide a investigar por su cuenta para desvelar la verdad, quién fue el culpable o los culpables y por qué la policía se empeña de que fue Carlos el asesino.

La cripta invisible (Javier Aguirre).

Consta de 6 libros pero con escasas páginas que podéis leer en tres días como mucho. La desaparición de seis chicas, todas de la misma edad y apariencia física, en la denominada ‘’La ciudad’’ se convertirá en la pesadilla de todas las familias con hijas adolescentes. El agente Romera tendrá que investigar estas desapariciones, si siguen vivas aún y quién ha sido el caza inocentes en esta tranquila ciudad.

 Misterio e intriga por doquier. Pero nunca desvíes la vista porque en cualquier esquina encontrarás a tu pesadilla.

Las garras del arcángel: la doctrina secreta (Rene Roicher).

Trilogía donde arte e historia se funden por completo. Georgina es asesinada y encontrada en extrañas circunstancias en su apartamento (no desvelaré lo más emocionante). A la par, su becaria Stacy desaparece del mapa. Pero nadie ha visto a nadie. Todo indica que tiene algo que ver con alguno de los movimientos religiosos que estaba estudiando Stacy para su tesis doctoral. Los asesinos son unos verdaderos artistas que van a crear su obra culmen, como si de un cuadro vanguardista se tratase. Pero ¿qué clase de movimiento que promueve la armonía, la perfección y la fe es capaz de asesinar y con qué motivo?

Tiempos funestos (Jordi Clavero).

Un relato de tan sólo 26 páginas que te harán reflexionar lentamente con la vida de los tres protagonistas. Un psicólogo recibe la llamada insistente de Alberto, su amigo de la infancia y que por primera vez le pide una terapia. Alberto conocerá a un personaje solitario que le hace meditar sobre si podríamos volver al pasado y cómo afectaría esto al presente en el que vivimos. Si existiera una máquina para regresar al pasado y cambiar los errores cometidos ¿os animaríais a hacer uso de ella?

El círculo (Mario Escobar).

Salomon, un psiquiatra que se traslada a vivir a Londres, verá cómo cambia su vida en plena Nochebuena. Tendrá que liderar las riendas de su nueva paciente Maryam, una joven empresaria y con un buen poder adquisitivo que lleva años sin hablar y que dibuja figuras de círculos continuamente. La única palabra que le han oído decir es ‘’el círculo’’. Pero ¿qué es eso del círculo? Nunca recibe visitas ni habla con nadie pero el día de Nochebuena una visita inesperada dará un giro a la vida de Maryam y Salomon. Un giro muy peligroso.

La trama Fibonacci (Karmelo Gañán).

León, un profesor de instituto y con un humor bastante crítico, es el tipo de persona que se encuentra en cualquier lío sin comerlo ni beberlo. Disfrutando de su soltería se ve envuelto en el jocoso contrabando de drogas de diseño. Y digo jocoso porque están camufladas en un ambiente de peleas caninas. El nombre de cada can es tan histórico que Espartaco puede luchar con Nerón en pleno contexto del s.XXI. Y para colmo nuestro León pierde la poca cordura que le queda en el descubrimiento de una secta pitagórica liderada por un Drag Queen.

No me he cansado de anotar frases satíricas y que me han sacado unas risas con cada paso de sus páginas. Muy recomendable para dejar de lado las penas y dejarte seducir por la parafernalia del mundo que nos rodea. 

Postales de un hombre joven (Antonio Canales Marqués).

¿Alguna vez habéis leído un libro escuchando música? Yo la verdad es que no porque me desconcentraba (o eso creía yo)  pero ¿y si os digo que existe un libro de relatos que te va diciendo la música que tienes que ir escuchando con cada relato? Así sin más, como si fuese una banda sonora con cada fragmento de película. Pues esto es lo que me ha pasado, que me leí este libro y cada relato tenía su banda sonora y no una cualquiera, todos son grandes clásicos del rock (Scorpions, Led Zeppelin, etc). Es una manera muy original de acercarnos a la música y de unir dos tipos de arte: el de leer y el de escuchar. Y si aunamos estos dos tipos conformaremos una bonita historia en nuestra mente, igual que si de una película se tratara.

El anticuario (Julián Sánchez Romero).

Artur, un conocido y respetado anticuario de Barcelona, descubre un manuscrito de finales del s.XIV llamado Casadevall. Un misterio muy peligroso aguarda en este manuscrito de difícil traducción.

Enrique recibe una llamada de Bety, su exmujer, una llamada que lo descoloca por completo. Enrique es escritor e hijo de Artur. Se ve obligado a trasladarse hasta Barcelona.

Una historia de amor, celos, misterio, traición, ambición, asesinatos… pero sobre todo donde la historia y el arte se dan la mano. Pasado y presente se funden en un solo tiempo, en un solo espacio. ¿Hasta dónde son capaces de llegar algunas personas por conseguir su objetivo? Un misterio, que da miedo solo mencionar, está oculto entre nosotros. Nos espera desde siglos, nos acecha y una sombra nos vigila de cerca, muy de cerca. Casi podemos sentir su aliento pero no su presencia. No te fíes de nadie, ni siquiera de tu sombra.

Sal de mis sueños (Fernando Trujillo Sanz).

Un adolescente de 16 años empezará a sorprenderse por sus extraños sueños protagonizados por unas desconocidas gemelas. Pero lo más sorprendente de todo es cuando descubre la utilidad de los mismos que le sirven, a modo de predicción, para contemplar lo que le va a suceder al siguiente día. Sin embargo, no todo saldrá a pedir de boca y no siempre estos sueños van a manifestar el lado bueno de las cosas. Un oscuro secreto se esconde bajo los mismos que irán tejiendo lentamente su futuro y parte del pasado desconocido del protagonista. Un pasado que tiene que ver con su familia. De nada sirve esconder el pasado si los propios sueños nos acechan. 

Espolón brumoso (Anna Genover).

Esta es la historia de Marina y de Ona. Ambas viven en un pequeño pueblo pesquero donde todos se conocen. Es el típico pueblo de mente cerrada con algunas vecinas alcahuetas. Marina se dedica a la mar, mientras que Ona es la librera del pueblo pero ambas sienten una pasión por los libros y por algo más. Sus miradas despiertan las habladurías de algunas vecinas. Ona es revolucionaria y Marina algo más recatada pero esa revolución de Ona se le irá pegando lentamente. Aunque no todo es un cuento de hadas en este descubrir de nuevas sensaciones y de gustos. Algo grave va a pasar en el pueblo, algo que marcará sus vidas para siempre. 

Reunión y otros cuentos que caminan hacia ella (Isaac Belmar).

Se trata de un libro de relatos cortos y encadenados, cargados de misterio y suspense con un toque cómico e irónico. Entre ellos cabe destacar el del tipo que va a ser despedido de una hamburguesería (yo diría Mcdonalds) y cuenta las peripecias que realiza en el menú antes de su marcha. Y como diría su compañero: "son inmunes, están acostumbrados a comer mierda y ya nada les mata!"

Un escritor es capaz de vender su alma al mismo Diablo para ser inspirado por la musa del mal porque si no es así no le llegan las ideas.

Un hombre reflexiona con su subconsciente cada vez que tiene que orinar en el servicio porque no sabe si está despierto o todavía sigue dormido.

"Dame una capita más de pintura!" Esto es lo que le grita la pared al próximo protagonista.

-"¿Pero por qué tengo un geranio en la cabeza?" -"Te lo llevas tú pero yo no" (debate entre el ángel y el demonio porque no saben quién tiene que llevarse a este pobre hombre que lo único que ha hecho en la vida es trabajar y pasar desapercibido, con la desgracia de morir por una maceta de geranios).

Y podría seguir poniendo relatos pero me apetece que los leáis vosotros mismos porque merecen la pena. Eso sí, no perdáis el hilo que va tejiendo el siguiente relato con el anterior.

Antropofobia (María Ortega).

Samantha es una mujer que tiene fobia al ser humano, a estar en contacto con gente que no conoce y por supuesto a mostrarse en público. Con los únicos que mantiene el contacto es con su propia familia, que más bien es pequeña. Sin embargo, su propio miedo será manifestado esta vez (quizás sea la última) más agudo, pero tendrá que sacar fuerzas de lo más interno de su cuerpo para sobrevivir dentro de su propia casa en el bosque. Algo muy grande está a punto de suceder por la persona que menos se lo espera…Pero ¿quién y por qué?

La ciudad, tres momentos (Rodolfo Martínez).

Tres relatos, algo embelesados y cargados de mensajes simbólicos, se unen en este pequeño libro. 

Un jugador es capaz de apostar sus más íntimos sueños, sin intuir el riesgo que supone el perderlos, esos que muchas veces les quitamos importancia o no entendemos y pueden ser los más importantes o interesantes de nuestras noches de Morfeo; en una partida de póquer frente a un desconocido que le va robando cada sueño a medida que transcurre la partida. ¿Quién logrará vencer el último sueño?

Tu mejor amigo, aquel chico tímido de la infancia, se convierte en alguien tan diferente que no llegas a creértelo hasta que no lo ves con tus propios ojos. Tu amigo te confiesa que es capaz de meterse en las mentes humanas y manipularlas pero ¿hasta dónde será capaz de llegar por controlar al mundo que lo rodea?

Una bestia, un ser camuflado en cuerpo de humano, vigila la ciudad muy de cerca y entre tanta carne humana distingue un cuerpo que es igual a su raza. ¿Qué ocurrirá?

Así empezó todo (Jeff VanderMee).

Esta historia comienza de la siguiente manera "¿quieres un conejo?" Así fue sorprendida nuestra pequeña Rachel una mañana que descansaba debajo de los naranjos que tenía su tía Etta. Pero este conejo no era un animal cualquiera. Una noche se despertó mientras el conejo desde su jaula le estaba hablando. Sí, un conejo que hablaba! Pobre tía Etta cuando se entere de la novedad y empiece a sacarle provecho al animal aunque eso fue lo que marcó el trágico final.

Y recordad pequeños lectores, no soy un conejo!

Gente rara (Anita Wolf).

Es un libro de 3 relatos cómicos de las excentricidades de algunas personas.

Una cuidadora se encuentra a la anciana un día muerta en su sillón pero esto no le impedirá seguir paseándola y hacer toda clase de peripecias para que nadie se entere de que Doña Adolfa ha muerto, ni siquiera la vecina cotilla ni sus dos hijos. ¿Finalmente la pillarán?

La protagonista del siguiente relato es una maniquí que cuenta su día a día desde el escaparate de una conocida y concurrida calle madrileña. Su sueño es ser mujer de verdad y vivir a ritmo de las canciones de Lady Gaga, su cantante favorita y que ponen siempre en la tienda a todo volumen. Está enamorada del barrendero que la contempla cada mañana. ¿Pero conseguirá su sueño?

Una pareja de tortolitos se deciden a ir a vivir juntos. La cosa parece que marcha bien hasta que el novio decide comprarse un perro llamado Cat. El perro en realidad es una perra un tanto problemática y esto se verá a lo largo de la relación. La pobre sufre hasta un parto psicológico pero para su amo no hay más miramientos que los ojos y el malestar de su perrita. La novia no puede más con la situación y tiene una idea sorprendente.

Hilda Hopkins, El Asesinato que ella tejió (Vivienne Fagan).

Hilda es la asesina que cualquiera se podría topar en su camino. Podría ser tu vecina, tu tía, una amiga de tu abuela o incluso tu propia abuela. Hilda rompe con todos los esquemas de asesina y asesinos en serie. Dale unos ovillos de lana y una aguja y ella misma tejerá tu propia tumba. Es la historia de una mujer que se sentía sola y para ganar un poco más de dinero empezó a tener inquilinos en su casa y ya supondréis que pasaría con ellos cuando la policía le pisa los talones. Pero Hilda es muy astuta y no se deja pillar tan fácilmente. Una historia de intriga y algo cómica cuando te imaginas las escenas y las maneras con que se las ingenia de cometer sus asesinatos.

En el cuarto frío (E. Robinson).

Lydia, una importante investigadora genética, es secuestrada por dos personajes imposibles de descifrar quiénes son o quién les manda. Su vida modesta y algo antisocial le obstaculiza las cosas a la hora de averiguar el quién, el por qué, etc. Con este secuestro descubrirá una parte importante de su pasado que desconocía hasta la fecha.

Laura lleva a cabo la venganza perfecta contra uno de los pilares más importantes de su familia y con el que tiene pendiente limar sus asperezas. Su marido y sus hijas están ajenos de todo. Lo único que les importa es la manera de obtener dinero para pagar sus costosas vidas pero lo que no saben es que los recursos se están acabando cada vez más rápido.

Madre de Lydia, se verá obligada a marcar un número de teléfono que creía que habría olvidado para los restos de su existencia.

La policía llevará el caso como si se les fuese la vida en ello y haciendo lo posible para que no salga en ningún medio de comunicación, pues el secuestro parece que está realizado por unos profesionales muy minuciosos.

Agente de la DEA sólo quiere vendetta sin importar las vidas de nadie…

Me gustaría decir que se trata de un libro cargado de intriga hasta el final. Me ha recordado a Dan Brown en la manera de intercalar a tantos personajes y contar sus historias, pensamientos y vivencias de tal forma que quede cada cosa bien explicada y sin que puedas quedar confundido a la hora de leer la historia de un nuevo personaje.

Muerte en carrera oficial (María Navarro).

Para los sevillanos en general ya sabéis lo importante que es la Semana Santa, ese mirar al cielo y rogar porque no caiga ni una gota de lluvia, esas lágrimas al ver pasar su procesión favorita que no es otra que la que les han inculcado desde pequeños, esas adolescentes vestidas de mantilla aunque están hartas de cometer todo tipo de pecados y que sólo visitan la iglesia de su hermandad cuando se acerca la Semana Santa…En fin, voy a morderme un poco la lengua y seguir con el argumento del libro. Pues parecía una Semana Santa sevillana como otra cualquiera pero un grave altercado inmovilizó la procesión. Un nazareno ha sido asesinado delante de todos pero su asesino no ha sido visto por nadie.

Sin comerlo ni beberlo, Antonio Ladaga, un aristócrata (de poco renombre diría yo porque se dedica a ganarse la vida haciendo sus chanchullos yendo a los platós de televisión al estilo Sálvame Deluxe y vender sus amoríos que no son otra cosa que pactos con la damisela elegida), recibe la visita de la policía en su despacho. Pero ¿por qué el jefe de policía lo tiene en la lista de sospechosos? ¿Quién es verdaderamente el asesino que nadie vio matar al nazareno? O fue como en Fuenteovejuna, ¿quién mató al comendador? FUENTEOVEJUNA mi señor.

El día que se perdió la cordura (Javier Castillo).

Siento como todas las miradas se clavan en mi cuerpo. No es de extrañar pues voy caminando desnudo por la calle, con paso firme y sosteniendo una cabeza decapitada. Y todo esto ocurre un 24 de diciembre, el día antes de Navidad que se supone que es cuando las familias se reúnen y debe haber más paz en el mundo. No se hacen de rogar y en pocos minutos la policía ya ha llegado para capturarme. Me encierran en un centro psiquiátrico para intentar desenmascararme y saber qué clase de monstruo soy que es capaz de hacer todo esto y quién fue la víctima.

El doctor Jenkins no sabe que grata sorpresa recibirá dentro de unos días pero para él no será tan grata como para mí. Sigue pensando que me va a hacer hablar, pero sobre todo que me hará confesar.

Stella Hyden, a ti te dedico parte de este libro.

Este libro está redactado a tres tiempos distintos con personajes que parece que no encajan entre sí hasta que no llegas al final de la primera parte. He de decir que sólo he leído esta primera parte del libro y que es a la que corresponde la reseña. Hay otras dos partes más disponibles en Amazon.

Noche de almas (Mikel Santiago).

Daniel y Pía, una pareja en busca de recorrer mundo para alejarse del ajetreo de sus trabajos en Madrid, llegan a un pequeño desierto en Sudamérica pero la falta de agua y el malestar de Pía retrasan su viaje. Encuentran una casa en mitad del desierto. Parece que está abandonada a simple vista pero Daniel siente que lo observan desde las ventanas. Finalmente permanecerán hospedados en la casa a regañadientes de su extraña dueña y de su criado. La única prohibición y que deben acatar es no salir de noche fuera de la casa y no abrir las ventanas que están completamente selladas. ¿Cuál será el misterio de esta casa casi encantada? Daniel poco a poco irá descubriendo lo que les aguarda en la llamada ‘’noche de almas’’.

Otros relatos de misterio aparecen en este interesante libro. Lectura amena y cargada de secretos y misterios.

Confesiones de un hombre igual a mí (Facundo Agustín Barrera).

Un relato tan corto que solo tiene 28 páginas pero que puede llegar a tocarte todo lo hondo que estés dispuesto a vivir. ¿Qué pasaría si un hombre igual que tú mismo, con la misma vestimenta, raya en el pelo, mismo rostro, te esperara cada día en la estación de tren antes de partir para tu trabajo y te advirtiera de una serie de circunstancias que no llegas a entender porque aún no han sucedido? ¿Estarías dispuesto a cambiar las cosas si te adelantan algo del futuro? Así durante cinco días. Aguantando a tu otro ‘’yo’’ dándote la charla y que el último día se despidiera de ti como si nada. ¿Qué harías si te encontraras con tu otro yo camino del trabajo?

El síndrome de Stendhal (Alejandro Cernuda).

Nada tiene que ver el título con la anomalía que se siente al ver una obra de arte de gran escala. Pilar, una telefonista de ONO, está a punto de tomar unas largas vacaciones tras la fatídica muerte de su expareja que la ha dejado con una cantidad considerable de dinero heredado para hacer un viaje hasta Cuba. Sin embargo, cuando se decide tirar las cenizas del difunto ve a otras dos mujeres que también hacen lo propio pero lo más misterioso de todo es que ambas mujeres se llaman Pilar y su marido recibe el mismo nombre que el novio de nuestra Pilar, la protagonista. En el aeropuerto de Barajas otra Pilar se encuentra con ella y la advierte de algo que no se sabe a ciencia cierta que puede ser. Con la incertidumbre viaja hasta Cuba donde encontrará la peor de sus sospechas…Pilar, el síndrome de Stendhal o mejor dicho ''LA FEMME FATAL''.

Una novela que no te dejará indiferente.

El triángulo del silencio (Diego Ruiz).

Una joven artista de pintura un tanto primitiva (esquemática, que nos recuerda a la del Neolítico y los primeros años del hombre de piedra) no descubre el misterioso pasado de su abuelo hasta que cae enfermo y tiene que cuidarlo prácticamente todo el día, aislándose poco a poco del mundo que le rodea. La repetitiva palabra que escucha entre sueños por parte de su abuelo, Antanamani, la hace indagar hasta descubrir la obsesión que tuvo durante décadas por la ufología y un misterioso símbolo del que nadie conocía hasta la fecha, excepto el grupo de investigadores y aficionados por los ovnis que eran amigos de su abuelo. En el hospital conoce a un enfermero joven, atractivo y con una mirada especial o que ella cree que todo en él es especial pero ¿se equivocará de persona? ¿Es peligroso el camino que ha elegido para investigar el pasado de su abuelo y los orígenes de ella misma? ¿Y por qué esa fascinación por el arte primitivo y ese temor al mar? Y ¿qué significa ese símbolo y esa palabra ‘’Antanamani’’ que la lleva a la obsesión?

Antanamani, antanamani...Cuidado lector/a porque corres el riesgo de quedar atrapado entre sus páginas y que ellos descubran tus sueños.

La biblia de los caídos (Fernando Trujillo Sanz).

Sara, una vidente de las que ya no quedan, es sorprendida un día por un personaje siniestro y a la vez tentador, ‘’el Gris’’. Así le conoce todo el mundo. Es el que no tiene alma y tiene poderes que nadie más puede poseer, ni ángeles ni demonios ni vampiros. Nadie con alma puede adquirir sus poderes. Le ofrece una oferta que cambiará su futuro y su vida: trabajar con él y unirse a su grupo. En este grupo encontraremos una serie de personajes de lo más variopinto, empezando por el niño, que no se calla ni un momento pero que dice verdades como templos, pasando por el misterioso y arrogante Álex hasta llegar a la mismísima centinela de los ángeles. Sara nunca ha visto en su vida diaria a gente de rasgos tan raros y diferentes. Se enfrentan todos a una ardua tarea: luchar contra el demonio que ha ocupado el cuerpo de la hija de un importante empresario. Pero lo que no sabrá el Gris ni el resto de su equipo es lo que les espera en este peligroso trabajo que está muy lejos de lo que entendían ellos por exorcismo. ¿Quién ganará la batalla: el demonio o el Gris? ¿Por qué el demonio decidió meterse en el cuerpo de una niña de 8 años? Estas serán algunas de las preguntas que os iréis planteando lentamente.

Me he quedado con la miel en los labios tras el final de este libro pero ha sido mea culpa por no ver antes que se trataba de una saga de 4 libros. Me ha tenido pegada a sus páginas horas y horas. Es como ver una película a cámara lenta en tu cerebro pero sin V.O.  

La última jugada (Fernando Trujillo Sanz).

Imaginaros que os tenéis que enfrentar a la muerte de la forma más extraña posible, a través de una partida de póker. Esto es lo que les ocurrirá a 4 personas de la más distinta índole. Dante, un arrogante personaje al que no le sobran los millones de sus bolsillos a causa del robo a las familias hipotecadas. Álvaro, enfermero con cara de bonachón y a la merced de los desvalidos. Judit, la única mujer en la partida y definitivamente la más audaz y con mayor sangre fría. El último hombre tiene apariencia de mendigo, parece indiferente a todo lo que le rodea pero es el más astuto. Han sido seleccionados para jugarse sus vidas a una sola partida. ¿Quién vencerá? ¿Quién sabrá desafiar a la muerte? Y ¿con qué apariencia se disfraza la muerte que está presente en toda la partida?

Arte inocente (Francisco García Deza).

Se abre el telón y aparece un profesor de un colegio religioso brutalmente asesinado. Bueno eso de brutalmente…Muerte por un lápiz de dibujo. La única testigo es una niña autista que no habla pero guarda muchos sufrimientos en su pequeña mente. El encargado de la misión (parece más una misión que una investigación) es Carter, un policía retirado del cuerpo por sus excentricidades y su manera de tratar a golpes a los demás. Carter parece un hombre de barrio por el vocabulario que emplea. Es muy cercano y hasta hace gracia con sus disparates aunque es demasiado agresivo y como ya digo más de una vez se le va el puño. Con el paso de la trama se van desvelando algunos misterios y corrupciones. Este asesinato parece más complicado y por nada del mundo quieren que salga la verdadera historia a la luz. Pero Carter y la agente Molina están empeñados de llegar hasta el final, de encontrar al asesino y de salvar a la niña de las garras de una mafia o secta que trafica con obras de arte y cuerpos de menores. La sorpresa de quién fue el asesino os dejará un buen sabor de boca al final.

La única crítica que hago es el excesivo empleo de palabrotas y palabras mal sonantes. No es necesario  poner 3 veces ''coño'' en una página por ejemplo. Otra cosa que odio y que veo últimamente en los libros que estoy leyendo de Amazon es la cantidad de faltas de ortografías por parte de personas que se hacen llamar escritores. Y no cabe duda en que no saben escribirlas pues la misma palabra se reitera a medida que lees el susodicho libro.

Los náufragos de la Plaza Mayor (Fernando Benzo Sainz)

¿Qué pasaría si un día te despiertas y ves que eres el único sobreviviente de no sólo tu ciudad sino además de todo el planeta? Seguramente te levantarías, te arreglarías un poco porque ya a nadie le importaría tu apariencia pues eres el único sobreviviente, y saldrías a inspeccionar las calles en busca de más vida humana. Sobre todo empezarías a preguntarte por qué tú y no otra persona y qué es lo que ha pasado para que ni siquiera haya cadáveres ni signos de violencia alguna. Todo el mundo se ha esfumado como si nunca hubiesen existido. Ni tu familia, ni pareja ni amigos. Las tiendas están vacías y puedes salir y entrar, robar o romper los escaparates a pedradas pero nunca más nadie te va a detener por ello. Y ¿qué pasaría o mejor dicho, que sentirías sin un día entras en uno de los grandes almacenes y encuentras otra vida humana? La de una chica casi 20 años menor que tú y que te hace romper todos los esquemas que habías vivido hasta el momento haciéndote una serie de preguntas que ni siquiera te habías planteado en casi 40 años de existencia. Son como la noche y el día pero al ser los únicos habitantes de todo el planeta deben de complementarse y no solamente eso, tienen que aprender a sobrevivir de la soledad. La soledad es ese estado de miedo que todo ser humano odia sentir. La incertidumbre de vernos solos algún día nos acecha y nos aferramos a las personas que creemos que nos hacen felices, que nos protegen o que les importamos. Es incluso agradable sentirnos solos a veces para poder reflexionar y recapacitar pero si esa soledad se convierte en una cotidianidad, levantarte y saber que nunca más vas a poder sentir, hablar, ver, reír, tocar o besar a ningún ser humano es pesadumbrosa y hasta te puede erizar la piel. Todos estos sentimientos son los que irás experimentando a medida que el diálogo entre estos dos seres tan diferentes se va acrecentando.

Obsesión (Antonio Lagares).

Durante 15 relatos cortos podemos sentir la agonía de los personajes de cada historia. Aparecen desde locos que sienten que viven en un hotel en vez de en un psiquiátrico hasta maltratos, violaciones, suicidios, borrachos, conexión con el más allá, etc. En definitiva, se nos presenta una serie de torturas físicas y psicológicas que llevan a algunos seres humanos (por calificarlos de alguna manera porque aunque sean monstruos siguen siendo seres humanos) a cometer en un momento dado de su vida. Estos personajes están atormentados por la sociedad y el mundo que los rodea. Generalmente han vivido un trauma importante en su infancia o adolescencia que los ha convertido en lo que son en ese presente que muchos llaman vida pero que en realidad es una condena hasta para el propio loco y obsesivo. Se palpa en el ambiente pesadumbroso sus desgracias y desdichas y como no, sus obsesiones. Un libro con el cual no dejaréis de analizar la psicología de cada personaje que minuciosamente ha ido retratando su autor.

Por quién suenan las campanas (Lucas Barrera Fernández)

Diabolis Inferna: año de 1936.

 Zero O´hara se introduce en los bosques del Pirineo Oriental para evitar los desastres de la Guerra y huir a Francia. Lo que no sabría es que quizás fuese esa la peor decisión que tomaría en su vida. Sin esperarlo, a mitad de la noche, descubre una enorme catedral en lo que parece ser una aldea abandonada de gentes embrutecidas y donde cada Viernes se celebra un funeral. Vincent lo descubre, le advierte del peligro y casi le incita a marcharse de la aldea misteriosa pero antes de que pueda contarle toda la verdad sobre aquel lugar desaparece del mapa. Zero tendrá que sobrevivir en aquella aldea el poco tiempo que le queda y descubrir el misterio que se produce en la misma y por la cual no dejan de sonar las campanas de noche. El pánico lo retiene pero no le impide luchar hasta el final, luchar para conocer la verdad y liberarlos del mal. La aldea llamada Tristezia está maldita, es como si el tiempo se hubiese estancado en un mismo siglo. Desde luego no hay un nombre que mejor defina a la aldea. Y líbranos del  mal...
 Una novela que te atrapará en sus tan solo 70 páginas.

La herencia de Jerusalén (Josep Capsir)

Hugo no sabe hasta qué punto su tesis va a marcar un antes y un después en su vida. Malluck, doctor que dirige su tesis, decide consultar la bibliografía movido por el desconocimiento de uno de los libros empleados y sin autor ninguno. Juntos se verán envueltos en la investigación de un ''incunable'' desconocido hasta la fecha para el doctor que a su vez pedirá ayuda a su compañero Lucio, un gran estudioso de las ''lenguas muertas'' y filólogo reconocido. Los tres empiezan a descifrar el incunable ajenos a las aventuras y peligros que éste los pondrá en su camino. Una serie de viajes en busca de los tesoros perdidos del Templo de Salomón y de la mismísima Vera Cruz los llevarán nada menos que cambiar de país para su búsqueda. ¿Será tan fácil descubrir la verdad sobre Cristo como ellos creían al principio?
Prácticamente he terminado de leer este libro en dos días y próximamente espero leer la segunda parte titulada ''La morada de Yahveh''. Lo que más me sorprendió fue la rapidez con la que se desarrolla la acción desde las primeras páginas. Malluck tiene un carácter un tanto gruñón pero a la vez es el que lleva la voz cantante y casi sin querer te invoca a que formes parte de ese descubrir y analizar las rutas y el significado del incunable. En muchas partes me ha recordado a mis clases de Arte Cristiano Medieval. Es como si volviera a recordar lo ya estudiado en primero de carrera. Así que cualquiera que esté estudiando esa asignatura leeros este libro porque vais a hacer un recorrido por los primeros años del cristianismo y a la vez vais a disfrutar del mismo. Os vais a empapar de sus dibujos porque otra de las cosas que más me llamaron la atención fue que en algunas páginas encuentras dibujos o símbolos para resolver la duda del lector y hacer más cercana su lectura. Muy honesto por parte del autor. Es notable la cantidad de obras que ha tenido que consultar primero para redactar este libro de tal calibre donde historia, arte y hermandades secretas quedan unidas con un único objetivo común: proteger la Verdad que cambiaría los cimientos del cristianismo.

Muerte sin resurreción (Roberto Martínez Guzmán)

La redención de Emma:

Así es como yo habría llamado a este libro donde presente y pasado se dan la mano. Ocho muertes, una de ellas sin esperarla y las otras siete premeditadas, muy premeditadas. Contexto: Vigo y Ourense. Dos mujeres: Emma y Eva. La asesina y la detective. Eva se verá envuelta en una serie de asesinatos múltiples en la ciudad de Ourense en plena Semana Santa. No hay descanso para tantas muertes. La única pista que tiene es la de la asesina pero no hay rostro alguno, sólo descripciones un tanto vagas al principio. ¿Pero qué quiere Emma matando durante siete días consecutivos? ¿Es la típica asesina en serie? ¿Quién es Emma y cómo ha sido su vida para que lleve a cabo tales atrocidades? Estas son algunas de las preguntas que se le pasaría a la detective por la cabeza.
Hasta mediados del libro no sabremos con exactitud qué es lo que ronda la cabeza de la joven asesina. Una inexperta pero que le sale todo a la perfección. Y finalmente la redención.
No sé si yo también tengo algo de psicópata pero he visto algunos hechos muy predecibles. Será quizás por mi capacidad de análisis después de tantas lecturas de libros de misterio y asesinatos. No obstante, su lectura es muy ligera. En tres días he terminado de leer este libro porque me ha tenido completamente enganchada desde la primera página. Y con esta breve reseña os pregunto: ¿no sentís curiosidad por la personalidad de Emma y de quiénes son sus víctimas?

Ángeles y demonios (Dan Brown).

No lo confundáis con la serie por tener un título similar pues no se parecen en nada. Siguiendo con la saga de Dan Brown, esta vez Robert Langdon vuelve a verse metido en otro lío histórico sin comerlo ni beberlo. Si en el Código Da Vinci eran los masones quienes parecían que lo perseguían, en este caso son los Illuminati. ¿Quiénes serán los próximos? ¿Los templarios? A Robert siempre lo pillan durmiendo y de repente una llamada sobrecogedora de un desconocido lo despierta de sus sueños más profundos. El profesor siempre se opone a ayudar a su destinatario pero a medida que le cuentan parte de la historia, su ego de profesor de simbología de la Universidad de Harvard lo delatan, y siempre cede.
En toda la saga lo acompaña una interesante mujer, desconocida para él pero que siempre tiene algo que ver con el asesinato porque en todos los libros de Dan Brown hay varios asesinatos de por medio y casi siempre cometidos por alguna hermandad secreta.
Otro personaje que nos es familiar es el minusválido o desvalido que parece inofensivo a ojos humanos pero que nos inquieta poco a poco a medida que avanza la trama. Ya apareció en el Código Da Vinci bajo el personaje de Leigh Teabing, gran conocedor de la historia de los masones, y de nuevo aparecerá en Ángeles y Demonios bajo el nombre de Maximilian Kohler, director nada menos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear). En esta obra notaremos la tensión continua con cada lugar donde se acometerán los asesinatos. El contexto son las dos ciudades más religiosas de Italia: Roma y el Vaticano. Como de la nada, después de siglos sin dar señales de vida y creyendo que se habían extinguido, aparece la hermandad de los Illuminati. Su objetivo es vengar la muerte de sus antepasados por manos de la iglesia católica. ¿Conseguirán dar muerte y venganza por cada sangre illuminati derramada durante siglos? ¿Tiene el Vaticano y el cuerpo papal y cardenalicio tanto poder y seguridad como nos hacen ver? Tendréis que descubrirlo porque hasta el final no encontraréis la respuesta. Dan Brown siempre nos hace un giro inesperado y creo que esa es una de las cosas más importantes y que hacen exquisita su lectura.

Adormideras en la montaña (Alice M. Ekert-Rotholz).

Dos historias, una vida truncada y un fatal destino. Creo que este sería el resumen perfecto para este libro. En primer plano tenemos a Louise Bonnard, prometida de Erik Ekelund, y heredera del dinero de sus padres fallecidos y de la cadena de hoteles Bonnard distribuidos por todo el mundo. Erik, sociólogo encargado de estudiar los enfermos de lepra, con un carácter bastante atípico y taciturno. Queda menos de un mes para su boda y de pronto aparece la que en realidad será la protagonista y la que marque cada capítulo de este libro, Marie Bonnard. Es la prima francesa de Louise. Son totalmente opuestas, se llevan 10 años y desde pequeña han tenido muchos roces. Ninguna se soporta pero es lógico que nadie soporte el carácter de Marie. Para Erik no es su primer encuentro con Marie. La vio en un pasado del que todos desconocen su historia. 

Retrocedemos en el tiempo y aparece Erik junto a su prima Ulrika. Ambos se enamoran pero Ulrika no es verdaderamente su prima, pues fue adoptada por su tío. Nunca llegan a nada serio debido al accidente de coche. Ulrika muere en el acto tras haber fumado unos cigarros de marihuana. Este hecho es muy importante ya que la que puso estos cigarrillos en su pitillera fue Marie Bonnard. Buscaba su muerte indirectamente porque Ulrika iba a casarse con el Conde Tksenki. Este conde conocía a Marie y a su madre desde la adolescencia. Marie estaba enamorada de él. Sin embargo, cuando aparece en su vida Ulrika, el conde la deja en un segundo plano y Marie decide drogarla y que parezca que en el trayecto de la carretera sea Erik el que mata a su prima, al quitarle el volante de sus manos.

Marie es la clase de persona que todos querríamos tener lejos de nuestro lado. Es de una belleza notable, rubia, esbelta y de ojos azules. Físicamente todo parece normal. Tiene bastante dinero debido a que sus padres también tienen varios hoteles repartidos por el mundo. Llega al hostal de Louise en Londres y Erik se enamora de Marie. Deja los preparativos de la boda y olvida a Louise. Pierde por completo la cabeza al ver a esta pequeña belleza rubia y que es menor que él 10 años. La diferencia de edad, los trastornos mentales que empieza a sufrir Marie, la falta de cariño de ésta por parte de su marido, los viajes de Erik a las comunidades de leprosos en China y una serie de traumas desde la niñez, hacen que pierda por completo la realidad de las cosas hasta tal punto que llega a inventarse la propia realidad. En China empieza a fumar opio y es contagiada de lepra. A tiempo es salvada y la enfermedad no fue a más. Estuvo varios meses en un centro de deshabitualización. Este centro estaba a cargo del mejor amigo de Erik, Francis Littelwood. Marie se enamora de este médico ya que es el único que se preocupa por su enfermedad y se preocupa por ella. Pero su amor no es correspondido. En este centro conocerá a la enfermera Waterhouse y con la cual le era más amena su estancia. 

Curada de la lepra, Erik decide volver con ella a Londres y luego a Estocolmo con sus padres. Pero en Londres, Marie se entera de que va a ser llevada a un sanatorio mental en Zurich. Escapa del hostal y está un tiempo desaparecida y deambulando entre los distintos hostales de la ciudad. En el último hostal que estuvo seguía drogándose con opio y heroína que le vendía otro de los huéspedes. Este huésped era de raza negra y se propuso hasta vivir con ella. Quedó prendado de su belleza que se iba consumiendo lentamente. Otro huésped y que estaba casado, pero pasaba su estancia en esa pensión para tomar su dosis mensual de heroína a escondidas de su mujer, también vio en Marie un escape de su apagada vida amorosa. Hubo una disputa entre la raza blanca y la negra. Dos fieras se pelean por los restos de una dama. A la dama poco le importaba. En su mente sólo existían dos palabras: Erik y Ulrika. Tenía alucinaciones y hablaba sola. Creía que Ulrika seguía viva y la perseguía para darle muerte. Otra de sus alucinaciones era que su marido quería matarla porque ya no la amaba. La pantera quiso matar a la fiera de raza blanca y viceversa. La fiera de raza blanca tuvo un puñal clavado a su espalda pero consiguió recuperarse y a su vez recuperó la confianza que había perdido con su mujer. No contento, la pantera negra mató a la clarividente que residía en el hostal para que no diera chivatazo. Pobre vidente, si lo hubiera sabido antes no habría abierto la puerta de su habitación. Justo ese día su compañero iba a tomar el té como cada Domingo a las 17:00 en punto y se le iba a declarar, después de 5 años tomando el té con ella a la misma hora. Pero su destino no pudo vislumbrarlo con antelación.

Encuentran a Marie en la trastienda de un local, fumando opio. Esta vez sí es llevada al sanatorio mental en Zurich. Allí estuvo un año y medio. Sin recibir cartas de su marido obviamente. Maldito Erick, ella sólo necesitaba un poco de calor y cariño. Desde su niñez estuvo sola. Sus padres vivían separados y no se entendía con su madre. Su padre vivía en Bangkok. Un día llegó a casa y se encontró a su madre con el conde Tsenski en la cama. A partir de ese momento fue llevada a un internado. Más tarde la llevaron a Londres con su prima Louise y desde entonces las peleas eran continuas. Empezó a tener una especie de amigo invisible para paliar su soledad. Su amigo invisible si la entendía y la hacía reír. En el sanatorio de Zurich tuvo otros amigos imaginarios a los cuales ella llamaba sus camaradas. Entre estos estaba una institutriz (recordatorio de la enfermera Waterhouse que tanto la escuchaba en su estancia en China), dos enanos que servían de criados y el viajero (recordando al médico Littelwood). Después de un año y medio el médico determinó que estaba curada y decidió que podía marcharse.

Oscar Ekelund, suegro de Marie, la lleva a Estocolmo. Oscar es la contraposición a su hijo Erick. Abogado defensor y siempre dispuesto a ayudar a quienes le solicitaban su ayuda. Vio en Marie a una hija que pedía a gritos ser escuchada. Pero lamentablemente Marie no estaba del todo curada. Llevaba años con su enfermedad de manía persecutoria y alucinaciones. A la edad de 29 años decidió acabar con su vida. Y sinceramente es lo mejor que le pudo ocurrir a la pobre Marie.

Marie era taciturna, odiosa, envidiosa y celosa. Pero daba pena porque era un juguete roto. Un juguete que había ido resquebrajándose entre las distintas manos que la fueron sosteniendo. ¿Quién no ha estado nunca loco de amor? ¿Quién a veces no ha tenido cierta manía por algo o alguien? ¿Alguien nunca se ha sentido solo o ha visto como su familia lo ignoraba por completo? Pues ese alguien fue Marie Bonnard, un juguete roto difícil de olvidar.

Una mujer llega al pueblo (Mercedes Salisachs).

Voy a ser bastante crítica con este libro porque ha sido como una agonía leer sus 518 páginas cargadas de desgracias, infelicidad, envidias y rencores en un pueblo catalán de la década de los 50. Su protagonista principal, Eulalia, es la más desdichada de todos los personajes que aparecen. Tras su regreso al pueblo, después de 7 meses sigue siendo maltratada y vejada por todos sus vecinos. Con el paso de los capítulos se puede ver como el cura del pueblo se siente culpable de las acusaciones y de los maltratos que recibe la pobre Eulalia. Su corazón se ablanda y decide recorrer el pueblo entero para obtener aliados en su defensa. Está embarazada de alguien que todos desconocen y que ella nunca desvelará. Se llevará su secreto a la tumba. Y es por ello que fue obligada a irse a la ciudad. No soportaba los insultos diarios, las miradas y las prohibiciones por parte de su propia familia. Su cuñada es una arpía en toda regla y su hermano un títere que no es capaz de hablar sin permiso de su mujer. Eulalia es desprestigiada por todos pues ha perdido su honra al quedarse embarazada de un desconocido, con el cual ni siquiera pudo casarse porque él ya estaba casado. Regresa al pueblo creyendo que después de los meses sería bien recibida y sobre todo, volvió para dar a luz. Pero se equivocaba profundamente. Eulalia estuvo con aquel hombre por despecho, por olvidarse de su primer amor, del que nunca pudo sacarse de la cabeza. Su primer amor era José, perteneciente a la familia rica del pueblo. En ningún momento se menciona el nombre del pueblo. En este lugar hay comunistas, ganaderos llamados payeses, infidelidades, hombres lujuriosos y vecinas mezquinas. Vamos, que era toda una ganga vivir en este pueblo. No me extraña que la pobre Eulalia escapara a la ciudad, yo habría hecho lo mismo. Todos critican a los primeros turistas que vienen a las playas del Cap Negre, a sabiendas que son ellos los únicos  que dan vida al pueblo durante unos meses y que gracias a ellos reciben más trabajo y dinero. Las turistas se quejan de los caballos que se bañan en las playas y por ello se produce una disputa entre la familia rica de José, el alcalde y el resto del pueblo. Unos defienden que los caballos no deberían bañarse en las playas y otros, los payeses, están a favor de que sus animales deben descansar y jugar en esas aguas salinas como hacen los hijos de la clase pudiente. En el pueblo hay un hotel llamado Tramontana. Allí se alojan las turistas con dinero que quieren aprender idiomas. Los pescadores van al hotel y le enseñan el idioma, ellas le pagan y ellos las engatusan con su labia y su lengua…Las mujeres de los pescadores al principio se quejaban de que sus maridos pasaban más tiempo fuera de casa que dentro pero al ver la cantidad de dinero que traían todas estaban contentas. Los maridos enseñaban ‘’idiomas’’ y sus mujeres ya no tenían que rezar por sus salidas al bravío mar. Otro de los temas que se trata en este libro son los amorosos como el de Consuelito, una joven bien entrada en carnes que se enamora del viejo alcalde. Al final consiguen casarse y su padre acepta su amor pero me da a mí que siempre tendrá en mente su famosa frase ‘’y pensar que quiera hacer con mi hija lo que yo hago con mi mujer’’. Joanet, un pescador que siempre estuvo enamorado de Eulalia pero sin que ella lo supiera, se entera de su regreso por parte del cura y decide buscarla para ayudarla. Sabe que va a dar a luz en cualquier momento y tiene que prevenirla antes de que el parto se complique. Finalmente la encuentra y la lleva a la famosa cueva donde tantas veces Eulalia y José se besaban en su juventud. Pero ya Eulalia no es lo que era. Está hambrienta y enferma. Lleva dos días sin comer ni beber y va a dar a luz en cualquier momento. Aún así pocos quieren ayudarla. Y debido a la falta de ayuda y los rencores, la pobre Eulalia no aguanta tanto dolor y sufrimiento. Da a luz a una hermosa niña. Entre sueños recuerda a José, que también ha sido asesinado por los celos de Joanet, y pronuncia su nombre, lo siente en la mar, en la brisa. Siempre el amor, siempre José, siempre el pueblo.

La caída de un ángel.

Fue todo tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Estábamos paradas en frente del ascensor. Ella abrió la puerta y pasó primera. En cuestión de segundos la perdí. El suelo se partió y ella cayó desde la planta quinta hasta el subsuelo. Yo tenía miedo, mucho miedo. No sabía qué hacer. Sólo se me ocurría llamar al teléfono de emergencias para que vinieran a rescatarla. Llamé y al dar la dirección me colgaron sin saber aún el por qué. Luego me quedé sin batería. Cogí mi segundo móvil, que afortunadamente llevaba conmigo, y marqué de nuevo el número 112. Esta vez no me colgaron pero la llamada fue recibida en Madrid. Yo estaba preocupada porque tuviésemos que esperar a que la ambulancia viniera de Madrid. Tardó en llegar y mientras llegaba o no los vecinos seguían llamando el ascensor. Era extraño que al estar roto el suelo siguiera funcionando y temía que con tanta subida y bajada la aplastaran…Era de noche y los vecinos no dejaban de salir y entrar. Finalmente llegó la ambulancia con varios médicos. Me aferré al brazo de uno de ellos y pedí llorando que se salvara. Yo sabía que sería muy complicado que después de esa caída tan alta, la insistencia de los vecinos de llamar al ascensor y la espera interminable de la ambulancia, pudiera seguir con vida. Todo se volvía en su contra. Vi el rostro del médico que abrió la puerta y con ello se me fueron quitando las pocas esperanzas que tenía. Finalmente la encontró muerta. Estaba tan pálido su rostro que no era capaz de mirarla. La envolvieron en una sábana igual de blanca que su piel. Yo no dejaba de llorar y gritar. El dolor era tan inmenso que me estaba matando. Sentía que con ella se iba parte de mi vida. No podía mirarla por más que quisiera. No quería tener esa última imagen de ella. Me puse las manos en la cara cuando se la llevaban y entre abrí los dedos para ver lo preciso. Afortunadamente llegaron mis familiares. No sé quién pudo avisarles pero sentí un alivio al verlos. Pregunté cómo íbamos a llevárnosla si su cuerpo tenía que enterrarse en su ciudad. Y además, tenía que avisar a sus familiares pero me sentía incapaz. Sentía que era culpable de su desdicha por haber venido a verme y haberse montado ella en el ascensor. Podría haberme subido yo primera o haber bajado juntas por las escaleras.

Desperté. Era una horrible pesadilla. Tenía los ojos húmedos pero en cuanto asimilé lo ocurrido comencé a llorar de una forma que no había llorado nunca por nadie. Tenía ansiedad de sólo imaginarlo. La amaba y no podía pensar que ella hubiese muerto. Esperé a que fuese más tarde para escribirle un mensaje, pues sólo eran las 5:30 a.m. A las seis de la mañana no podía esperar más y le escribí un mensaje corto pero intenso o al menos eso creía. Sólo quería saber si estaba bien pero no recibí respuesta…

Te odio.

Te odio como nunca creí que podía odiar. Te odio como hace mucho que no odiaba a nadie. Deseo que sufras todo lo que haces sufrir al resto del mundo. No debiste nacer. Por gente como tú debería existir el aborto libre. ¿No te basta con estar muerta en vida? Que aún así necesitas joder a los que lo dieron todo por ti. Dime si después de mi hubo alguien más que te quisiera o que te hiciera feliz. La respuesta es un no rotundo. Tú nunca podrás ser feliz porque solo disfrutas dañando y viendo el mal ajeno. Y si ves contenta a esa persona haces todo lo posible por hundirla y verla retorcerse en la mierda como tú. Vives en la mierda y en ella te vas a podrir. Ni tus padres hacen vida de ti. Todos te odian, toda tu familia. Nunca has tenido amigos porque has ido sembrando a tus propios enemigos. Eres tú quien tiene un problema con el mundo. Llora, porque eso es lo único que sabes hacer cuando se te dice la verdad a la cara. Te haces la víctima y encima tienes la cara dura de considerarte un ser de luz. Y para colmo crees en Dios. Si Dios existiera la gente como tú no nacería. Ni se le pasaría por la cabeza crear a un engendro como tú. Eres un ser oscuro, lleno de maldad, que habita en las tinieblas. No siento nada por ti. Eres lo peor de la existencia. No queda ni una pizca de sentimiento hacia ti. Solo el de repulsión y asco. Me das asco en serio. ¿Cómo puedes levantarte cada día y mirarte al espejo? ¿No se rompe al ver tanta maldad reflejada? Todo tu corazón está cargado de rencor e ira. Eres una persona obsesiva. Llevas años obsesionada con la gente de tu pasado. Asimila que ya no existimos en tu mundo. Asimila que me perdiste hace 8 años. Déjame en paz. Elimíname de tu mente como yo hice. No me busques porque nunca me vas a encontrar. Deja de llamarme con números privados. Deja de dar mi número a personas que ni conozco. Deja de intentar robar mis contraseñas para leer todo lo que escribo. Déjame vivir. Haz como que nunca me conociste, como que nunca existí para ti. Eso es lo que yo hago o intento hacer cada vez que me recuerdas que sigues acechando desde la oscuridad. Tengo la certeza de que algún día estarás encerrada en un psiquiátrico pero afortunadamente yo no estaré aquí para presenciarlo. Estaré viviendo la vida que me robaste durante años.

Pasa la vida.

Estaba acostumbrada a ver a aquella mujer sentada en el mismo banco día tras día. El primer día fue como una persona más que ves por primera vez en tu vida y que queda retenida en tu pupila por unos instantes. El segundo día ya empiezas a fijarte un poco más y piensas que ayer mismo la viste. El tercer día ya te empieza a inquietar porque se encuentra siempre en el mismo lugar. Al cuarto día se convierte en tu rutina del día a día. Al quinto sabes que va a estar ahí, esperas a encontrártela porque así ha sido los demás días. Al sexto ya sonríes cuando aciertas que la vas a volver a ver a la mañana siguiente.

 Y así pasaron las semanas y yo caminaba por el mismo parque y veía a la misma mujer sentada en el mismo banco. Siempre llevaba una falda blanca. Algunas mañanas las palomas comían a su alrededor. Otras mañanas se encontraba sola, como si esperara a alguien. Notaba cierta incertidumbre en su rostro. Creo que se iba a reencontrar con alguien, ¿una amiga quizás? Era una mujer entrada en años pero no anciana. Un día hice como que se me había desabrochado el cordón de uno de mis zapatos y me senté a su lado, en su banco. Al principio tenía miedo de que me mirara con extrañeza por ser tan osada de sentarme a su lado, justo en el lado de la persona que ella esperaba a diario y que nunca llegaba. Notó mi presencia pero no me miró. Siempre miraba al frente, al horizonte, como si no existieran las demás personas. Entonces me levanté y emprendí mi camino.

En casa no dejaba de pensar en quién podría ser aquella misteriosa mujer y a quién esperaría en el mismo lugar y a tal puntual hora. Sólo la lograba ver por las mañanas. Por la tarde paseaba por ese parque pero el banco estaba repleto de madres con niños. Por la noche el parque estaba cerrado. Después de un mes observando sus movimientos me percaté de que aunque no me mirase ella también reconocía mis movimientos, mis idas y venidas matutinas. A veces creía notar su mirada cuando ya estaba de espaldas. Tuvo que pasar un mes y medio para armarme de valor y sentarme de nuevo a su lado pero esta vez para preguntarle a quién esperaba y quién era ella.

Como cada mañana me desperté, me vestí rápidamente y ni siquiera desayuné. Era ahora o nunca y no podía perder ni un segundo más. Crucé el parque y allí estaba ella sentada. Me paré en frente de ella y esta vez me miró. Me dio los buenos días sin esperarlo y me sonrió. Hasta se atrevió a darme una regañina ya que estaba vez había llegado unos minutos más tarde. Me excusé diciendo que había tardado el autobús. Le pregunté si podía sentarme a su lado y asintió con la cabeza. Le confesé mis intrigas y ella no dejaba de sonreír pero notaba cierta nostalgia en su mirada. Se tomó su tiempo y me respondió con una frase que marco un antes y un después en mi vida. ‘’Hija mía no espero a nadie en particular. Desde hace un año me siento en este banco para ver pasar la vida. Veo pasar a los jóvenes como tú, tan alocados y con tantas prisas que no se detienen ni un minuto a mirar la estampa que yo contemplo. Alguna vez tendrás mi edad y reflexionarás estas palabras. Alguna vez podrás ver pasar la vida y te darás cuenta de lo que te perdiste en su día por no saber valorar lo maravilloso que es contemplar esta estampa’’. Me quedé atónita con sus palabras y me disculpé por tener que irme tan pronto pero debía ir a clases. A la mañana siguiente la mujer ya no estaba. Efectivamente, había visto pasar la vida y qué fugaz había sido.

Tras el olvido.

Era tarde, muy tarde y sólo podía ver la oscura noche que me atrapaba cada vez más. Salí de ese local apestado de gente, alcohol y música estridente. La cabeza me daba vueltas. Creo que había bebido un poco pero sólo un poco. No sabía como volver a casa. Mis amigas ya se habían ido y yo había conocido a algunos chicos en la discoteca pero estaban bebidos y no sería bueno que condujeran en ese estado. Había perdido la noción del tiempo allí dentro y no me había dado cuenta de lo tarde que era. Ya me había quedado sin tren y sin autobuses. No tenía tanto dinero como para pagar un taxi. Fui andando por la calle. No había ni un alma. A veces encontraba algún gato comiendo los restos de una cena anterior y que se refugiaba al escuchar mis pisadas. Salí del pueblo y me daba miedo caminar sola a esas horas de la madrugada pero no me quedaba de otra. Tenía que volver a casa y estaba a media hora de camino en coche. Así que no se cuando llegaría y si llegaría...Iba a toda prisa. Tenía miedo y frío, quizás por ese miedo. No pasaban coches y la noche era tan oscura. Sólo me iluminaban las estrellas. Me acompañaba el crujido de mis botas sobre el asfalto. Tenía miedo también de que mi madre despertara y no me viera en la cama dormida.
Escucho el ruido de un motor, un coche se aproxima. El corazón cada vez me va más deprisa. El motor va aflojando y noto como para cerca de donde yo estoy en el arcén. Se bajan unas piernas masculinas y algo gruesas. No me atrevo a mirarle. Me pregunta si va todo bien y me invita a subirme al coche. Le digo que no y sigo caminando pero él me sigue y me atrapa poniendo sus manos en mis hombros. Tiene una voz un tanto ronca pero a la vez melosa. Acepto subir al coche y le pido que me lleve a mi casa. Enciende la radio mientras y se fuma un cigarro. Me lo pasa pero le digo que no fumo. Intento controlar el temblor de mis piernas y de mis manos. Me siento incómoda con esa música, su voz y el olor a cigarro. Veo que se pasa el desvío a mi pueblo y con ello empieza mi angustia. Se que nunca más volveré a casa y que nunca más volveré a abrazar y a besar a mi madre. El coche cada vez acelera más y más. Va rápido pero mis latidos aún van más rápido que ese coche. No debí subirme, no debí ir a la discoteca, no debí salir aquella noche. Quiero dar marcha atrás pero no puedo. El coche se detiene en un descampado. No se donde estoy. La oscuridad me impide ver con claridad lo que pasa. Él se baja del coche y me obliga a bajarme. Quisiera ser una de esas lechuzas o pájaros nocturnos que se escuchan pero no quiero ser mujer en este momento porque ahora mismo es esa mi condena...

Al día siguiente la madre se levanta. Ve la cama vacía y un silencio profundo le invade su cuerpo. Va a comisaría y denuncia la desaparición. A partir de ese momento comienzan los interrogatorios a sus amigas, familiares, vecinos. Cualquier dato por pequeño que sea cuenta. Las noticias transcurren velozmente en los telediarios y en la prensa. Pero para su madre no hay consuelo y cada día que pasa es una condena. Sabe que nunca volverá, lo presiente. A veces siente a su hija por las noches pero despierta como si le faltara la respiración. Pasan los días, los meses y los años. Su hija nunca volvió y de la tele y prensa ya desapareció. El olvido es lo que queda de esa triste desaparición.
*Para todas las personas que desaparecen y que no dejan ninguna huella. *

Mis palabras.

Yo no maquillo mis palabras porque no me gusta el maquillaje. Tampoco busco sinónimos de palabras que se encuentran en un lugar recóndito del diccionario. Soy de frases cortas, tajantes y entendibles. Lo que busco es que el poco público que tengo me entienda y sepa de lo que escribo. Que capten el mensaje que quiero transmitirles. Que cuando lean algo mio sientan que les susurro al oído cada palabra, cada verbo, cada frase y cada párrafo. Que sientan a mis personajes inexistentes, aunque una vez que los imaginas ya les estás proporcionando vida en tu mente. Sentidlo como yo los siento al crearlos, poneros en su piel, reíd cuando ellos ríen pero no lloréis cuando la historia se termine porque todo en esta vida tiene su fin o un punto y aparte como queráis llamarlo. Me niego a maquillar mis palabras y a mis musas del arte. Me niego a pensar que no eres capaz de sentir lo que yo siento cuando escribo.

La torre de Santa Pola.

Cuenta una leyenda medieval que en aquella torre, que se vislumbra desde lo alto de la colina, era el pequeño torreón que sirvió durante siglos para combatir contra los infieles y avisar de las incursiones de los piratas.

-¿Pero abuelo ahí no era donde encerraban a la princesa?

-No querida, este no es un cuento de princesas que buscan ser rescatadas por su príncipe azul ni de princesas que son encerradas por una malvada bruja o dragón.

Esta es la historia de una cristiana que se enamoró de una aldeana mora. La aldeana se hacía llamar Pola. La cristiana no se sabe el nombre que recibía pero se dice que tenía nombre de santa. Los padres de la cristiana eran mercaderes. Viajaban de pueblo en pueblo vendiendo sus productos artesanales y la chiquilla iba con ellos. Un día paseaba cerca de esta torre cuando vio que detrás de la puerta había una sombra oscura, cuyos ojos enormes estaban clavados en su mirada. Sorprendida se acerco más y se percató de que la sombra no era una sombra, era la piel de una aldeana mora. La aldeana sonrió pícaramente y subió los escalones de la torre. La cristiana, asombrada por esos ojos brillantes y su piel oscura, la siguió hasta el último peldaño. Ya en lo alto vio a la aldeana sentada en una de las almenas. Le señaló al cielo, estaba atardeciendo. El cielo era de un tono amelocotonado y los destellos de los últimos rayos solares eran de un rojo intenso que contorneaban la figura de la aldeana. Era la mujer más hermosa que había visto nunca, pensaba la cristiana. Se acercó a ella, se sentó junto a su lado y casi por sorpresa sus manos se unieron. Ninguna hablaba, solo contemplaban el atardecer y las formas que dejaba la caída del sol en el paisaje. La aldeana la mira, la cristiana la observa con la misma incertidumbre del principio. Se acercan, cada vez más. Un paso más y puede oler el aroma con sabor a especias que desprende la aldeana. La cristiana gira su hermosa cara, sus labios entreabiertos hacen que vaya desapareciendo el sol cada vez más rápido. Y entonces, sólo entonces, a la caída del sol sus labios se entrecruzan, sin separar las manos. Ambas quedan hechizadas por el calor de los rayos, de las especias, de las almenas, de la torre. Y así fue como se forjó la llamada torre de Santa Pola.

Ínspirame.

Inspírame tú que puedes y tienes alas.

Inspírame tú, rosa marchita,

mariposa alada,

amanecer entre olas,

paisaje entre brumas.

Inspírame tú, que eres mujer

y sabes cómo hacer que vuele mi imaginación.

Inspírame tú, princesa de un cuento encantado,

guerrera de las amazonas,

ninfa de los bosques,

ama de la llave que cierra el candado

que lleva a tu corazón.

Ámame.

Ámame de la forma más salvaje que conozcas. Ámame como el sol a las flores, como la primavera a los cerezos, como la sangre a sus venas, como las gotas de lluvia a los bosques. Ámame sin prisas pero tampoco sin pausas. Desátame de esta condena, despójame de las cadenas que impiden que nos amemos de la manera más salvaje. No tengas miedo de hacer lo que te pido, pues lo estás deseando. Muérdeme, clávame los colmillos, aprisióname con tu cuerpo, sujeta mis nudillos y no dejes que la sangre recorra su ciclo. Así, así ámame de la forma más salvaje que conozcas porque esto son sólo letras. Letras que buscan que las plasmes en mi piel sudorosa, cargadas de deseos impunes. Deja que tu aliento traspase mi cuello desnudo. Deja que mi piel no sea piel, que sea el fuego de un volcán incandescente. Sediento de llamas. Simplemente ámame.

Te quise tanto amor.

Te quise tanto amor. Quienes te conocen no saben que yo te conocí. Tantas y tantas veces te soñé. Y nunca me arrepentí de ti. No puedo imaginar la eternidad sin tus besos, sin tus abrazos, ni caricias ni miradas de loba. Quienes te conocen demasiado bien  no saben que ya te conocí, en un pasado incierto, quizás. En un pasado tan remoto que ni siquiera nuestros cuerpos existían, solamente nuestras almas. Y estas almas fueron el fruto de nuestros cuerpos hoy aquí presentes. Te quise tanto amor que volvería a desandar cada uno de mis pasos por llegar al origen de nuestro primer encuentro. Ahora que he muerto me doy cuenta de que te quise tanto amor…Pero no he muerto de dolor. He muerto de frenesí, vaivenes, de sueños, de placer, de locura, de pasión, de Amor. Cada día que pasa muero de amor, de pedacitos de ti. Y esto es lo que me hace revivir nuestro primer encuentro, esa llamarada que nunca se apaga porque no hay combustible que se atreva a romper nuestra llama. Por eso te digo que te quise tanto amor, que quienes te conocen demasiado bien no saben que ya te conocí.