Esta historia comienza de la siguiente manera "¿quieres un conejo?" Así fue
sorprendida nuestra pequeña Rachel una mañana que descansaba debajo de los
naranjos que tenía su tía Etta. Pero este conejo no era un animal cualquiera.
Una noche se despertó mientras el conejo desde su jaula le estaba hablando. Sí,
un conejo que hablaba! Pobre tía Etta cuando se entere de la novedad y empiece
a sacarle provecho al animal aunque eso fue lo que marcó el trágico final.
Un conejo que no es un conejo... Curioso...
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