Dalia vuelve a su pueblo para ayudar a su amigo de la
infancia, Carlos, que ha sido enviado a la cárcel por cometer un crimen. Le
cuesta creer este hecho ya que lo conoce desde la niñez y sabe perfectamente
cómo es Carlos. Sin embargo, su amigo está aturdido y es incapaz de detallarle
más sobre lo que ocurrió. No recuerda nada de lo sucedido. Es por ello que se decide a investigar por su cuenta
para desvelar la verdad, quién fue el culpable o los culpables y por qué la
policía se empeña de que fue Carlos el asesino.
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