Sara, una vidente de las que ya no quedan, es sorprendida un
día por un personaje siniestro y a la vez tentador, ‘’el Gris’’. Así le conoce
todo el mundo. Es el que no tiene alma y tiene poderes que nadie más puede
poseer, ni ángeles ni demonios ni vampiros. Nadie con alma puede adquirir sus
poderes. Le ofrece una oferta que cambiará su futuro y su vida: trabajar con él
y unirse a su grupo. En este grupo encontraremos una serie de personajes de lo
más variopinto, empezando por el niño, que no se calla ni un momento pero que
dice verdades como templos, pasando por el misterioso y arrogante Álex hasta
llegar a la mismísima centinela de los ángeles. Sara nunca ha visto en su vida
diaria a gente de rasgos tan raros y diferentes. Se enfrentan todos a una ardua
tarea: luchar contra el demonio que ha ocupado el cuerpo de la hija de un
importante empresario. Pero lo que no sabrá el Gris ni el resto de su equipo es
lo que les espera en este peligroso trabajo que está muy lejos de lo que
entendían ellos por exorcismo. ¿Quién ganará la batalla: el demonio o el Gris?
¿Por qué el demonio decidió meterse en el cuerpo de una niña de 8 años? Estas
serán algunas de las preguntas que os iréis planteando lentamente.
Me he quedado con la miel en los labios tras el final de
este libro pero ha sido mea culpa por no ver antes que se trataba de una saga
de 4 libros. Me ha tenido pegada a sus páginas horas y horas. Es como ver una
película a cámara lenta en tu cerebro pero sin V.O.
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