Hace años me sentía vacía. Sentía que lentamente iba
perdiendo las pocas amistades que tenía. Que el amor no era lo que yo creía y
se iba difuminando con cada historia de leyenda vivida.
Hace años era más débil que ahora. Pensaba que si me quedaba
sola todo habría acabado y que no sería capaz de seguir adelante. Y llegó el
momento de estar sola, de enfrentarme a la realidad, de seguir adelante por mi
misma y por eso poco a poco me fui haciendo cada vez más fuerte.
Llegó un punto en el que me daba igual vivir en un mundo
rodeada de gente pero sola al mismo tiempo. Porque prefería estar sola antes
que mal acompañada. Pero llegó otro momento más actual en el que me di cuenta
de que realmente no estaba sola. Estaba con mi presencia, sí, pero que en mi
camino se iban interponiendo otra serie de gentes que frutos del azar o del
destino me iban llenando, apoyando y ayudando poco a poco. Que sin pensarlo se
convirtieron en mi todo y que sin ellas saberlo yo también formaba parte de su
todo.
Doy gracias al azar y al destino de haber estado sola
durante estos años y haberme dado cuenta de que a pesar de ello podía ser yo
misma, con mis defectos y mis virtudes pero Yo. Doy gracias de haberme cruzado
en mi camino a cada una de estas personas porque gracias a las experiencias
vividas soy quien soy. He aprendido en cada una de las batallas presenciadas y
también he disfrutado de los contados momentos felices que se me han planteado.
Buen aprendizaje :-)
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