-¿Quizás sea Dante mi señor?
-No puedo asegurarte nada mi pequeño aprendiz. El calor es tan asfixiante que no me deja meditar bien. ¿Pero qué ven mis ojos? Se alzan manos, quizás de guerreros que una vez perdieron el camino a su humilde hogar.
-Mi señor sus ojos tienen una especie de halo que me guían hacia ellos. Por mucho que quiero seguir sus palabras y evitar el fuego de este espantoso lugar, no soy capaz de dejar de mirarlos. Su mirada es poderosa y me hace sentir miedo, mucho miedo, pero también fortaleza. Sé que si no me uno a su mirada moriremos como aquellos guerreros que aún alzan sus manos en busca de la libertad.
-Mi pequeño aprendiz no caigas en el poder del maligno porque pronto hallarás…
No pude terminar de escuchar la última frase de mi maestro. No quedaban rescoldos del fuego ni del asfixiante calor de hacía unas interminables fracciones de segundos. La última frase que pude escuchar atentamente fue la de los ojos que desprendían el fuego eterno. Y decíase así ‘’tu vida conmigo será un misterio continuo’’. Ahora encajan las últimas palabras de mi maestro. Lo que pretendía decirme era que pronto hallaría el misterio de las cosas, de la vida, del fuego eterno, de sus ojos.
Wow!!!! Sorprendida me hallo :-D Te vas superando :-D
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